¿Han escuchado afuera el canto de los
pajaritos una mañana fría de invierno?
¿Han escuchado el crepitar sinfónico de
los grillos bajo el titilar de las estrellas?
¿Han escuchado el resuello cósmico del
sonar de las ballenas?
¿Han escuchado el sonido que escapa del
alma de los seres humanos,
el traqueteo infernal de sus equipos de
música, de sus sierras eléctricas,
el aullido punzante de sus bocinas, de
la aceleración de sus motores,
de la producción de sus industrias y
máquinas de humo y desechos?
¿Han escuchado la explosión de sus
bombas, de sus exquisitos misiles
cuando destruyen las familias de otras
simples y ruidosas personas humanas?
¿Y el silencio de Dios?...