sábado, 30 de junio de 2012

Mi piel



Mi piel de oro es delgada como el pétalo de un labio,
mi piel de sol tras el secreto del horizonte,
mi piel de peces tocados por el resplandor de esta aurora,
rompiente sonora de mis pensamientos
y estiramiento de aguas titilantes hasta la orilla de mi piel,
piel dorada de durazno doloroso y perfumado
tibieza que se va apagando en un crujiente otoño,
sudario de oro fino sobre un ataúd de huesos
hasta que la escarcha rosa de mi piel acabe de abrigar mi alma.
Mi piel es un abrazo estrecho,
mi piel es un pecho desgastado  por la piedra del curtidor
por las patas de las arañas que me rozan en sueños
y acaban besándome convertidas en princesas al despertar.
Piel de tierra que contiene un mundo
se abre y se cierra en mi palma y mi puño,
laberinto de añoranzas desorientadas entre la inteligencia y el amor,
paisaje remarcado en su contorno por un pincel de ensueños
por una terquedad enfermiza de contenerme apenas
por mis pies llagados de caminar sin rumbo
mientras mis ojos enloquecidos buscan y buscan.

miércoles, 27 de junio de 2012

Silencio



El silencio niega una música imposible
el silencio huye cuando huelo su cabellera negra
el silencio toma mis manos y las aprieta
hasta robarme llanto.

El silencio besa mis párpados cuando caen dormidos
el silencio me mira detrás de cada cosa que miro
el silencio de los quejidos que se han dejado oír como viento
el silencio de la paz de los muertos que ya no quieren moverse.

El silencio se ríe dentro de una lágrima que cae del cielo
el silencio de mis rezos, de mis versos, de mis gritos
el silencio de los inocentes y de los tramposos
socavado en derecho y revés.

El silencio del tiempo y del agua
el silencio de las flores
el silencio del niño que contempla
las estrellas que callan.

domingo, 24 de junio de 2012

Es tan simple



Es tan simple, tan fácil –y no nos damos cuenta—
escapar a la terrible amenaza y al capricho de la muerte,
diciendo simple y convencidamente:
--¡Ven, muerte, te lo ordeno!

sábado, 23 de junio de 2012

Relámpagos turquesas



Relámpagos turquesas por los orificios de mi pensamiento
puñales desvestidos que golpean la roca pedernal del tiempo
aguamarina de las palabras sumergidas en espirales férreas,
ocurre el llamado de la selva de los cruces instantáneos entre hombres y mujeres
imprudencia del que ignora su eternidad
e insiste en golpear el féretro de la existencia
como si fuese sólo una puerta que se abrirá sin más.
Aviones de guerra para tronar en la mansedumbre del ocaso,
luego la indiferencia de la noche cadavérica
impedirá la rebeldía de la conciencia humana
bajo las aguas teromórficas que cubren la insensatez de volver a respirar,
de correr desnudos por trigales de sexos amarillos y vírgenes
hacia la luna como corderitos saltarines y alegres que tropezarán primero
con el infinito.

miércoles, 20 de junio de 2012

Qué dices de mí



¿Qué dices de mí?
Hombre raro
incomprensible ajeno y lejano
como esos exiliados de la indiferencia
que se esfuman en el paisaje invernal cantando,
hombre de frases resonantes y torcidas
como los nudos que se vuelcan hacia afuera de los troncos,
hombre de lobos que se excusan en público
hombre de barro de estrellas
hombre de poetas muertos y bien enterrados
como las palabras secas que se quedan afuera de los libros
como el agua lluvia que la tierra ya no sorbe y deja correr,
hombre de roca encaramado sobre sí mismo
hombre sin descanso
vox clamabat in deserto
apenas hombre a veces
bruto ángel bestia dios
mendigo en el pueblo equivocado.